El 2 de mayo de 2010, la escuela cumplió 100 años de existencia.
Durante todo el año, no sólo se conmemoró el Bicentenario de la Revolución de Mayo, sino un siglo de compromiso con la educación pública.
Se realizaron dos actos, el de apertura llamado del reencuentro y el oficial, con el que se cerraron los festejos.
Como principales signos y símbolos de ambos actos se resalta la convocatoria a exalumnos y exdocentes, que resultó multitudinaria en el acto del 2 de mayo.
El principal gesto de ese acto, fue cuando el alumno más joven, de apenas 2 años y una exalumna ya anciana, abrieron las puertas del edificio para dar inicio a los festejos.
En ambos actos, la campana de bronce sonó 10 veces, una por cada década y en memoria de todos aquellos que transitaron las aulas enseñando, aprendiendo, manteniendo y cooperando y que estaban presentes desde la eternidad.
Las banderas fueron izadas por personal docente y no docente de todos los niveles al son de Aurora. Exalumnas volvieron a entonar la canción que identificó la escuela en sus bodas de plata. Pero, aquel 2 de mayo, la voz de una exalumna de 100 años, que recitaba una poesía que recordaba desde su egreso, conmocionó a todos los presentes.
Difícil sintetizar, todo lo vivido durante el 2010, desde la restauración del Guernica, la recepción de una donación de fotos históricas, la película Memorias en Gris, hasta la canción de los niños del nivel inicial dedicada a la escuela o el árbol plantado por la asociación de exalumnas entre muchos sucesos más.
También se destacó el año 2013 por ser el «Año del Centenario de la Primera Promoción» cuya foto de egreso ilustra este comentario.